Para su elaboración necesitarás los siguientes ingredientes:
3 aguacates maduros medianos.
1 cebolla mediana (si puede ser, dulce)
El zumo de una lima recién exprimida.
Un pimiento jalapeño.
Un chile serrano.
Cilantro fresco recién picado.
Un poco de sal (a discreción)
Modo de elaboración
El primer paso escoger los aguacates, hacerles un corte profundo por todo su perímetro y separar sus dos mitades sin ningún problema. Quitaremos la semilla y le sacaremos la pulpa con una cuchara, la cual iremos depositando en un plato hondo.
Cuando hayamos sacado toda la pulpa podremos machacarla con un tenedor hasta dejarlo con una masa cremosa, pero con cierta consistencia, como si se tratase de un puré.
Una vez machacado agregaremos el zumo de lima recién exprimido para evitar que el aguacate se oxide y adquiera un color oscuro.
Pelaremos la cebolla y picaremos la mitad en trozos muy finos, algo que podemos hacer o con un cuchillo muy afilado o con una mandolina, con lo que acabaremos rápidamente. Agregamos la cebolla picada al aguacate que tenemos en el plato.
Picaremos el jalapeño muy fino, procurando quitarle las pepitas si no queremos que pique demasiado, lo agregaremos al resto de ingredientes junto a un pellizco de sal y a unas hojas de cilantro fresco recién picado.
Con el tenedor revolveremos todos los ingredientes para que poco a poco se vayan mezclando.
Ahora ya estará listo para consumir con cualquiera de los platos mexicanos que hayamos hecho, desde unos sencillos nachos hasta un plato de pollo o carne picante.
Consejos
Aunque podemos hacerlo con muchas especies diferentes de aguacates, siempre que estén maduros, para que el guacamole sea 100% mexicano, tendremos que utilizar una determinada especie de aguacate.
Por ejemplo la variedad Hass aporta un agradable sabor almendrado. Otra variedad es la Fuerte, con pulpa consistente y con unas características parecidas a la especie Hass y finalmente nos encontramos con otra variedad llamada Bacon, que es mucho más suave y ligera que las dos anteriores.